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La hora de la radio

Empresas con experiencia en el sector de los audímetros desarrollan dispositivos que permiten medir la audiencia radiofónica con mayor precisión

 

  La situación de las mediciones de audiencias en la radio española es curiosa. A diferencia de la televisión, que obtiene los resultados del 'share' mediante audímetros, la radiodifusión aún aplica el método del recuerdo para saber el número de oyentes. El Estudio General de Medios (EGM) realiza una serie de entrevistas a una muestra de ciudadanos, que responden basándose en su memoria. En pleno 2014, el sistema se antoja caduco e ineficaz.

 

A día de hoy, existen alternativas al método del EGM, algunas en fase de desarrollo y otras que ya se aplican en otros países.

 

Diversas empresas llevan años trabajando en audímetros para la radio. Es el caso de Arbitron, una compañía estadounidense que posee una amplia experiencia en la fabricación de aparatos para la medición de audiencia para televisión. La propuesta de Arbitron es el PPM (Personal Portable Meter), un dispositivo con forma de tarjeta que el oyente debe llevar siempre consigo. El PPM está diseñado para captar y registrar en su memoria unos códigos que las cadenas de radio incorpran previamente a la señal de audio transmitida. Gracias a esos códigos se sabe cuál es la emisora que se está escuchando, algo así como un código de barras. Al finalizar el día, el oyente inserta la tarjeta en una unidad de almacenaje que transmite esa información a un ordenador central. La principal desventaja del proyecto de Arbitron es la necesidad de colaboración por parte de los medios.

 

La empresa Telecontrol también ha implementado un sistema de medición de audiencias en radio. Se trata de la empresa líder en número de audímetros instalados para televisión. Entre otros países, Sofres AM, que se encarga de la audimetría en España, utiliza dispositivos Telecontrol. La compañía suiza ha desarrollado un dispositivo llamado Radiocontrol que sigue la filosofía de la medición personal y no la medición del aparato. El medidor tiene forma de reloj de pulsera o pieza de joyería para ayudar a su implantación entre el público y evitar el riesgo de rechazo a la colaboración.

 

Más que un reloj

 

El dispositivo se divide en cinco partes: un receptor que recoge sonidos, un microprocesador encargado de digitalizar las señales acústicas mediante un algoritmo, un chip de almacenamiento, un sensor para detectar si la persona lleva puesto el reloj y un medidor de tiempo para saber en que momento se producen las operaciones registradas. Además de todo eso, como buen reloj suizo, da la hora puntualmente.

 

El periodo de colaboración del individuo es limitado, una o dos semanas. Este sistema es estrapolable a la televisión.

 

Similar a Radiocontrol es el aparato desarrollado por Infratest Burke. El audímetro de la empresa alemana también tiene forma de pulsera o reloj pero, a diferencia del dispositivo de Telecontrol, un receptor incorporado efectúa un barrido del espectro radioeléctrico que compara los sonidos del entorno -entre ellos las señales de radio- con todas las emisiones que el reloj capta. Así, la identificación de la emisora se produce al instante.

 

La característica común de los tres proyectos es que la unidad de observación y estudio deja de ser el aparato en sí, como sucede con los audímetros televisivos, y pasa a ser el sujeto. La medición es de tipo pasivo, pues la determinación de la escucha no requiere la declaración de los individuos. La fiabilidad, en ese aspecto, es superior. Además, la medición no se limita solo al consumo que se da en el hogar, pues los dispositivos pueden registrar cualquier señal de cualquier aparato.

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